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Semana 6 Día 1 / Los enemigos de nuestra comunión íntima con Dios - La intoxicación del alma.



“Sean sobrios y velen. Su adversario, el diablo, como león rugiente anda alrededor buscando a quién devorar. ” ( 1 Pedro 5:8 )

Existen muchos enemigos los cuales enfrentamos y tendremos que lidiar cuando de construir o mantener nuestra comunión íntima con Dios se trata, esta semana nos ocuparemos de uno que he llamado "las intoxicaciones del alma".


Desde hace mucho tiempo se ha convertido en algo muy usual escuchar hablar de personas tóxicas, relaciones tóxicas, amistades tóxicas, este término se ha acuñado para referirse a personas, relaciones y amistades que cruzan ciertos límites dañinos en cuanto a lo relacional que no se deberían cruzar, también el término ha cobrado mucha preponderancia en el área de la salud, ya que una inmensa cantidad de dietas están enfocadas en el concepto "Detox" que se basa en desintoxicar el cuerpo, para poder luego empezar un nuevo régimen alimenticio, pareciera que el término es moderno y se encuentra muy de moda, pero en realidad su uso es mucho más antiguo de lo que imaginamos, incluso la biblia lo utiliza de una manera increíble para referirse a cómo debemos cuidar nuestra vida espiritual.


El apóstol Pedro en su primera carta nos dice que debemos estar sobrios y velando, esa palabra sobrios es muy hermosa porque en su significado bíblico se refiere a estar desintoxicados, libre de intoxicantes, a ser alguien sin la influencia de ningún elemento interno o externo que le haga perder la lucidez de sus sentidos físicos o espirituales, sólo así podemos estar alerta ante las asechanzas del enemigo, una persona que ha sido expuesta al alcohol o las sustancias alucinógenas por ejemplo, las cuales en realidad intoxican el cuerpo, hacen que la persona pierda la lucidez y no pueda tener un buen juicio de las cosas.


Lo mismo sucede con nuestra alma, la cual al estar expuesta a sentimientos, comportamientos y actitudes nocivas, la van intoxicando al punto de llevarnos a no tener la suficiente lucidez para juzgar adecuadamente las situaciones que necesitamos, un alma intoxicada jamás podrá albergar sentimientos, pensamientos y decisiones saludables, y así como alguien adicto a cualquier sustancia psicoactiva, los intoxicantes del alma se convierten en un elemento dañino para nuestra vida espiritual.




Preguntas:

Me he dado la oportunidad de considerar estas tres preguntas:

  • ¿Le he pedido a Dios últimamente un diagnóstico de mi salud espiritual?

  • ¿Soy consciente de que el origen de muchos problemas emocionales y espirituales que enfrentó puede ser producto de un alma intoxicada?

  • ¿Estoy listo para desintoxicarla?


Oración Diaria:

Padre nuestro, inicio esta semana acercándome con humildad de corazón delante de ti, reconociendo mi necesidad de tu presencia, hoy te pido con todo mi corazón que examines mi alma, que me ayudes a ver el estado en que se encuentra, quizás a lo largo de la vida ella ha estado expuesta a muchas cosas que me han causado daño, y muy seguramente no se encuentre en buen estado de salud, solo tu puedes sanar mi alma Señor, solo tu puedes hacerlo, hoy te pido que sanes mi alma herida, todo esto te lo pido en el nombre de tu hijo amado Jesucristo, Amen.

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